En el colectivo trabajamos el telar de cintura y hacemos servilletas, blusas, rebozos, caminos de mesa, bolsas, lapiceras, monederos. Somos ocho mujeres, todas familia. Antes mi mamá estaba en un grupo grande, eran varias mujeres, y después ellas se iban alejando, buscaban otro grupo o dejaban de trabajar. Nosotras formamos otro grupo y buscamos dónde vender. Empezamos también a hacer otras cosas. Las servilletas no se venden mucho porque la mayoría de las mujeres se dedica a hacerlas, y por eso empezamos a hacer bolsas.
Bordamos la danza de la serpiente. Los dibujos son también de lo que vemos en el pueblo, tenemos el mar cerca y dibujamos los pescados, la tortuga, el cangrejo, todo lo que hay en el mar. También pajaritos, perros y gatos en las servilletas. Cuando nos piden hacemos otro tipo de dibujo. A veces nos piden venados, pero acá no tenemos. Las ardillas también.
Trabajar el telar es una forma de resistencia. Es un trabajo que nos enseñaron las abuelas. Yo no quiero dejar de hacerlo, al contrario, a ver qué más puedo sacar de ese telar y enseñar a las niñas. Siento que es algo de acá, del pueblo. Si dejamos de hacerlo se va a perder y los niños ya no van a saber que este trabajo lo tuvimos en el pueblo. Es como la lengua que se va perdiendo.
Ahora hay más gente que está tejiendo, ya saben que es un trabajo del que pueden ganar. Una de ahí puede mantener a su familia, y ya no es nada más de mujeres, sino también de hombres. Los hombres aquí se dedican a la pesca, pero a veces no hay y salen a trabajar. Pero el telar los puede hacer quedarse en su tierra.
Para nosotras defender la tierra es defender donde nacimos. Es muy valiosa, nos da vida, nos da todo, la comida, los árboles. El mar también es valioso, porque es un lugar de trabajo. Hay que defenderlo.
Ofelia Gijón Balaez
Colectivo Hilo de Algodón
San Mateo del Mar, Oaxaca
Somos cinco los pueblos indígenas que estamos asentados en esta parte del Istmo en Oaxaca: el zapoteca, que es el que tiene mayor población y mayor área geográfica; el zoque, que está en la selva, en Los Chimalapas, con una riqueza excepcional; el pueblo ikoot, que está en la zona lacustre; los mixes arriba y en la sierra de Guichicovi; y los chontales.
El zapoteca, que está en la planicie, quizás es el más aculturado porque ha tenido mayor relación con la gente de fuera, pero los pueblos que están en la montaña, la selva, la sierra, la laguna, han conservado más su forma de ser, su lengua, sus costumbres y organización.
Hay peligro de que desaparezcamos. Sí. Esto que viene es un etnocidio, porque están haciendo proyectos que son ajenos a nuestras vidas, sin considerarnos. Lo que estamos viendo en algunas comunidades zapotecas es que la mayor parte ya se está mercantilizando, estamos cayendo en la comercialización. Eso es lo que realmente quiere el sistema.
El corredor va sobre esta zona que no tiene plantas de tratamiento, drenaje, basureros controlados, donde no hay comida, hay delincuencia, violencia, feminicidios. ¿Qué va a pasar cuando lleguen miles de personas, cuando necesiten dónde vivir, escuelas, servicios, trabajo, drenaje, vestido? Son las empresas las que van a controlar militarmente el corredor, para eso está la Guardia Nacional. No van a cuidarnos a los pobres, van a cuidar de los pobres a esa gente.
Muchos corremos el peligro de desaparecer. Hemos resistido más de 500 años el colonialismo que aún persiste, pero si seguimos así quizás podremos vivir unos 50 años. Esto es acabar con culturas vivas, con culturas de las que somos dueños. Que no nos vengan con el cuento de que los que llegaron acá hicieron este país. Este país ya estaba hecho por los pueblos zapoteca, mexica, maya, los huave, los zoque. La grandeza de este país es de nosotros, pero no se entiende porque es otro modelo, es otra visión de desarrollo la que nos está llevando a esta crisis civilizatoria.
Bettina Cruz Velázquez
Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIITDTT)
Congreso Nacional Indígena (CNI)
Juchitán, Oaxaca
La tierra y el territorio para nosotras las indígenas representan la existencia de nosotras mismas. Lo que nosotras sembramos, todo lo sacamos de la tierra, ¿cómo no quererla, amarla y defenderla hasta donde sea posible?
Ahora la estamos defendiendo de las empresas transnancionales que vienen a engañarnos con migajas, diciéndonos que con ellas llega el progreso, que vamos a tener otras formas de vida. Está muy claro cómo los tres niveles de gobierno les facilitan todo a las empresas para que puedan venir a hacer su negocio. Vienen a quitarnos nuestra cultura.
Guadalupe Ramírez Castellanos
Mujeres Indígenas en Defensa de la Vida
Unión Hidalgo, Oaxaca
Aquí vemos al animal y no pagamos. Hay mucho tejón, jabalí, mucha danta. Hay la víbora, pero ya está mermando. Hay tigre, jaguar, hay chango, monos por manada. En esta montaña encuentra lo que usted quiere ver.
Teófilo Solano Mendoza
Cuauhtémoc Guadalupe, Oaxaca
El Istmo es nuestro, es de los ikoots, de los zapotecas, de los mixe, los chontales. Es de todos. Es por eso que tenemos que defender nuestras montañas, nuestros mares, nuestros valles, los lugares donde nos encontremos. Así debe de ser, porque esto es de nosotros.
Maritza Ochoa Jarauta
Monapakuy Organización Comunitaria
San Mateo del Mar, Oaxaca
Estamos amenazados con la pérdida del agua y de nuestros bosques. También nuestra identidad está amenazada. Si de por sí en estas comunidades somos una mezcla de las antiguas culturas, ahora de repente te preguntas qué serás mañana, si zoque, zapoteco, zoque-zapoteco. Y todo esto gracias a que en las escuelas, principalmente en la secundaria y en la preparatoria, llueve la información de las grandes empresas que dicen que la minería es buena, que de ella depende ese celular que traen, y cosas como esas.
Las mentes frescas de nuestros jóvenes comienzan a creer que es bueno. Les hablan de que habrá trabajo y lo creen, pero sabemos que una empresa trae gente especializada. La minera no va a cubrir las necesidades o la demanda de trabajo para que pueda subsistir una comunidad. Son trabajos muy precarios y mal pagados.
La amenaza es muy grande para nuestra comunidad y para nuestros territorios del Istmo, sobre todo en esta zona sur oriente. El año pasado se dio otra concesión minera que abarca directamente a Ixhuatán. Otorgaron otras 20 mil hectáreas y no sólo encontraron oro en la montaña, también en la planicie, y por lo tanto están también concesionadas las comunidades de abajo, pegadas al sistema lagunar, donde emana la vida de nuestros territorios.
Daniel Cirilo López
Colectivo Gulucheño Por la Vida
Santo Domingo Zanatepec, Oaxaca
Aquí es el sureste de Veracruz, estamos en la zona de la Sierra de Santa Martha, que comprende tres volcanes: San Martín Tuxtla, Santa Martha en la zona popoluca, y San Martín Pajapan, que es una zona nahua. Aquí convivimos dos pueblos, el popoluca o nuntaj±yi’ y el nahua, y ahora con compañeros mestizos también compartimos este territorio.
Nuestra actividad económica en la costa es la pesca y un poco de ganadería. Las mujeres nos dedicamos al comercio de canasteras. La zona popoluca es maicera, cafetalera, un poco de palma camedor, la siembra y venta de follajes y ganadería.
Nuestras fiestas son ceremonias con preparativos fuertes, son los espacios en los que nos unimos como comunidad. Por ejemplo, en la fiesta de la semilla las compartimos y damos gracias por ellas y por la lluvia para poder sembrar.
Maribel C. Cruz
Proceso de Articulación de la Sierra de Santa Martha
San Juan Volador, municipio de Pajapan, Veracruz
Esta montaña de Los Chimalapas es un zoológico natural enorme, donde los animales están libres, viven como ellos quieren vivir. Nosotros no afectamos su hábitat, al contrario, queremos cuidarlos, queremos que vivan ahí por siempre. Garantizamos la conservación, pero dicen que nosotros no servimos para conservar, que los campesinos somos los destructores. Por lo que vemos es mentira, porque cuántos años ya lleva Chimalapas aquí y todavía existe selva virgen, animales, flora.
Para nosotros es un orgullo ser Chimalapa, ser oaxaqueño y ser mexicano. No sólo es de Los Chimalapas lo que nosotros peleamos, nuestra selva le pertenece a nuestro país, a nuestra nación. Aquí está el tapir, el tigre, ocelotes, jaguar, armadillo, tepezcuintle, reptiles, víboras, de aves está la pava, el faisán.
La montaña para nosotros es vida, dependemos de ella y de ella somos. Es como la tierra, nosotros la conocemos como Madre Tierra. Vivimos en armonía con la naturaleza. Si ella me da, entonces yo qué puedo dar a cambio. Eso es muy importante.
Domingo Jiménez Jiménez
Comunidad de Benito Juárez, municipio San Miguel Chimalapa, Oaxaca