CAMPECHE

Con el Tren Maya la tierra claro que se va a enfermar

No necesitamos un tren, mejor que metan un camión, si es que es para nosotros. Como platica mi abuelo, no hay vehículo, no hay camión que lleve a las mamás que van a tener hijos. Y se mueren. Muchas pierden a su hijo en el camino.

El tren que van a construir no es para los pobres. El beneficio es para ellos, no para nosotros. Están modernizando, dicen. Ahorita aunque le digas a un chamaco no te hace caso, quiere irse, quiere meterse en donde ve que la puede hacer. Va a buscar dónde va a trabajar. Hace muchas cosas allá, pero la persona que piensa así es un idiota.

La ceremonia al presidente para pedirle dizque permiso a la Madre Tierra se la hicieron solamente para que vea que sí lo puede lograr, pero no lo puede lograr porque no es así, porque el dios padre dice que no. Fue una ceremonia falsa porque deben cubrirse con el viento, con el polvo del viento. Pero le vieron la cara al presidente para que diga que sí lo va a hacer. Para nosotros es que no y no. Aunque sea que lo haga y que lo vea, no le va a salir, porque hay muchas personas que no aceptan el apoyo.

Ahora hay muchos que hacen ceremonias y cobran mucho, pero solamente hacen ritual. Cobran bastante, pero no ves resultados porque no lo saben, no está nacido de él, no están registrados por los vientos buenos para hacer el trabajo como chamán.

La tierra no se enferma, nosotros hacemos que se enferme la tierra. No podemos decir que la tierra está mal, porque somos nosotros los que metemos químicos a la tierra para hacerla llorar, para que no tenga vitaminas. Viene un viento que empieza a mover el polvo de la tierra, se mueve el polvo y la tierra se acomoda otra vez.

Con el Tren Maya la tierra claro que se va a enfermar por las cosas que van a retirarse. Se va a enfermar bastante. No es la voluntad del dios todopoderoso, sino es la opinión del presidente. Por eso nosotros mismos no tenemos que permitir esas cosas, las ideas que él tiene.

El Tren Maya no es para los mayas, sino es para el presidente, por eso le hicieron el ritual, no a la Madre Tierra, sino a él se lo hicieron, para que se quede bien él. No es para nosotros, no para los mexicanos, para él nomás, para que sea enriquecido él, es su pensamiento al hacer ese tren.

Con la llegada del turismo a estos lugares sagrados se va a echar a perder todo, y todos los dioses se van a esconder en otros lugares. Por esa razón no lo queremos. No puede hacer esas cosas el presidente, porque esos lugares son sagrados, son para sanar, para ver, para hacer ceremonias.

Meen Miguel Can
Calcehtok, Yucatán

El despojo de piedra milenarias

Estas son las primeras colinas de Calcehtok, Yucatán. Es un lugar sagrado, milenario. A pocos metros está Oxkintok, el centro ceremonial. En la cultura maya tenemos la idea de la montaña como un ser vivo y sagrado. Esta zona está llena de cuevas y grutas que son lugares ceremoniales desde tiempos precoloniales y hasta hoy.

Aquí se ve que el cerro está siendo explotado como cantera, es uno de los grandes problemas que tenemos aquí. El cerro en sí mismo es lugar sagrado pero no está protegido por las leyes nacionales, protegen al sitio arqueológico, pero para nosotros todo el paisaje es sagrado.

El cerro se concesionó a una empresa de canteras que está en Mérida. Toda esta parte son las colinas de Calcehtok, que en maya le llamamos Puuc y tiene más de 30 cuevas sagradas, pero no les importa a las empresas y están explotando el cerro. La piedra de ticul se está usando para recubrir casas, pues ahora los nuevos ricos quieren tener una casa con la piedra con la que los antiguos mayas hicieron sus grandes templos. Es una idea terrible, sobre todo para nosotros. A la montaña sagrada le están arrancando trozos.

Las cuevas tenían agua. Había lagunas donde se recogía el agua sagrada que se toma para las ceremonias de la petición de lluvias. Cuando a la cueva le haces un agujero por detrás, toda la humedad que la montaña colecta y la devuelve en forma de agua filtrada y pura en una especie de laguna, se va. Varias de las pequeñas lagunas y cenotes ya no están.

Oxkintok es un centro turístico más que un centro ceremonial. Antiguamente se hacían ceremonias ahí, pero a partir de que la institución lo cercó ya no se permite, y entonces ahora los mayas las hacen alrededor del centro. Es una contradicción, porque es nuestra herencia y un lugar vivo.

Lo triste de la monetarización de este lugar sagrado es la explotación como centro turístico y luego de las canteras. Aquí sólo hay un h’men, están desapareciendo. El problema es que no se está respetando la voz de los más sabios de la comunidad. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) otorgó el permiso para que las empresas explotaran. Algunas tierras son ejidales y otras son de título parcelario.

Muchas de las cuevas ya las destruyeron. Lo sabemos, pero no hay una preocupación de proteger estos lugares por parte de las instituciones. Es muy triste y doloroso.

A Oxkintok lo están preparado para recibir una masa de turistas. Estos lugares que ahorita son centros ceremoniales muy íntimos, en cuanto los vean los van a folklorizar y a volver un producto de mercado. En algunas de las cuevas que se abrieron al turismo ya no se pueden hacer ceremonias íntimas. Es muy perturbador estar intentando tener una ceremonia cuando están pasando turistas con sus lámparas y gritando.

La vida espiritual ya está de por sí muy dañada desde la Colonia, con el cristianismo que intentó borrar y demonizar nuestras ceremonias en las cuevas, calificándolas como actos paganos, pero por alguna razón se han mantenido por generaciones con gente como Miguel Can.

Con el Tren Maya corren el peligro de extinguirse. Es un golpe moral para nosotros como comunidades. ¿Qué hacemos? ¿A dónde nos vamos? Nos llevan a escondernos cada vez más.

Miguel Kan Chi
Calcehtok, Yucatán

Extracción excesiva de agua para la agroindustria

Estamos ante un sembradío de arroz y ante uno de los pozos que inundan estos campos con agua que sale a borbotones de aquí todos los días. Uno de los problemas que estamos denunciando constantemente es la extracción excesiva de agua en estas fuentes, porque las corrientes de agua que pasan por el subsuelo de la Península de Yucatán están conectadas. Cada pueblo que vive en esta región depende de esas fuentes de agua.

Esta región se conoce como Los Chenes, precisamente porque depende del agua que fluye en las corrientes subterráneas de agua. Estamos denunciando que la extracción excesiva es una agresión contra nuestro territorio. Las políticas públicas promueven este tipo de sembradíos, como el arroz, en una zona no apta pues en esta región hace mucho calor, y toda el agua que se pueda extraer del subsuelo tiene una evaporación constante.

Nosotros vamos a resistir

Frente al Tren Maya nosotros vamos a resistir. Decirlo suena fácil, pero no es tan sencillo. Vamos a exigir que se cumpla la ley, aunque sabemos que no será fácil porque hay mucha impunidad y mucha corrupción. Vamos a defender nuestros territorios, a organizarnos en las comunidades, a hacer asambleas no solamente a nivel comunitario, sino también regional, para que podamos tomar acuerdos de defensa del territorio.

Álvaro Mena Fuentes
Ka’Kuxtal Much Meyaj
Hopelchén, Campeche

De noche y de día fumigan con pesticidas de alta peligrosidad

Somos un grupo de apicultores y ejidatarios reconocidos que hemos sido afectados con las fumigaciones con químicos que se hacen en la región. Se acaba de fumigar un cultivo de chile habanero, con colmenas alrededor. Se supone que ese lugar es una zona de reserva de 230 hectáreas, donde nosotros no podemos ir a cortar madera ni destruir. Pero ahora un empresario que tiene la manera de vivir bien entra porque siente que tiene el poder de hacer lo que quiera.

Está sembrando diferentes cultivos en la reserva, como chile, jitomate, papaya y sandía. La gente que le trabaja no tiene seguro ni nada y tiene problemas de salud porque los pone a fumigar con químicos, pero él como si no pasara nada.

Los trabajadores tienen una jornada de las 6 de la mañana hasta el anochecer, y cuando hay temporada de cosecha hasta las 10 u 11 de la noche. De noche y de día fumigan con pesticidas de alta peligrosidad. Por eso se mueren las abejas, pues el pesticida es un veneno que las mata.

Los jornaleros son explotados y también hay niños. Hay una tienda donde acuden sólo los trabajadores. El lunes, cuando llegan, les preguntan qué necesitan, unas galletas o lo que deseen, se les va dando y se les va apuntando, y cuando llega el fin de semana les dan su saldo, que a veces no es nada. Ya tiene rato que murieron dos personas por fumigación de herbicidas. Todo lo que estaba en el rocío lo fueron inhalando, hasta por los poros les entró, y se murieron.

Ejidatario
Ich-Ek, Holpechén, Campeche

Deforestación, agroindustria y plaguicidas provocan muerte de las abejas

En los últimos diez años han crecido mucho las afectaciones a las comunidades mayas de Hopelchén y en general de la Península de Yucatán. Tenemos problemas por las grandes deforestaciones, debido al crecimiento de la agricultura industrial a gran escala. Se está desplazando a las milpas que tenían una producción de alimentos más diversificada.

Este territorio maya está siendo ocupado para la producción de granos a gran escala, como la soya, el sorgo, las hortalizas, el chile, la sandía y la papaya. Ha cambiado mucho la forma de producción. Cuando se deforesta tenemos una pérdida de la biodiversidad y problemas con la apicultura.

El monte y la selva son muy importantes para nosotros. Producen especies de plantas nativas, parte de ellas medicinales, que las abejas las aprovechan mucho. Al crecer la deforestación, se pierde mucho de estas especies que necesitan las abejas para polinizar, para la producción de miel, y se pierden también muchas especies de animales, lo que hace que estemos en una situación de emergencia.

Por otra parte, el crecimiento de la frontera agrícola ocasiona también que se incremente el uso de plaguicidas, que afectan nuestra salud y provocan la muerte de las abejas. Nosotros, los mayas, hemos trabajado ancestralmente con nuestras abejas, son parte de nuestra producción de alimentos y de nuestra economía. Yo formo parte de un grupo de mujeres dedicadas al rescate y conservación de las abejas meliponas, pero si las apis melliferas están en riesgo, nuestras nativas están en doble situación de riesgo.

Otro problema grave es la contaminación de agua, también debido a todo el uso de plaguicidas altamente tóxicos. Se fumigan las grandes extensiones de plantíos de soya y sorgo hasta con avionetas y eso es muy grave, porque no solamente se están filtrando en los mantos freáticos, sino también se está esparciendo en nuestro medio ambiente, lo estamos respirando.

Para los menonitas se trata de quitar todo lo que hay y producir, para nosotros es perder parte de nuestra vida

Actualmente estamos invadidos por los menonitas, quienes junto con otros empresarios deforestan de manera salvaje. Todas esas tierras ocupadas para la agricultura industrial son tierras que el gobierno ofertó y vendió. Cuando pasó el programa de PROCEDE nos afectó mucho, porque empezó a delimitar las áreas de los ejidos. Al delimitarlas se empezaron a dar cuenta de que hay mucho territorio y dijeron que estaba en desuso, pero que eran territorios que los cuidamos desde hace muchos años.

No existen delimitaciones para nosotros, sino espacios grandes que entre todos los pueblos cuidábamos y eso fue lo que se vendió, y muchos cayeron en manos de menonitas y empresarios. Ellos no son como nosotros, no tienen esa cultura de conservar. Nosotros pensamos que si no tenemos un pedazo de tierra, de qué nos sirve tener dinero. Si yo tengo mi milpa, produzco mis alimentos, produzco maíz, para qué necesito dinero.

Cuando llegan los menonitas a nuestro municipio dicen que hay que producir. Los gobiernos estatales pensaron que los menonitas sí son trabajadores, que van a desarrollar el estado, que ellos sí tienen la mirada de desarrollo. Y empezaron a ofertarles los subsidios, porque hay grandes subsidios para la producción de los grandes cultivos mecanizados.

Muchos de los territorios que deforestaron estaban ocupados por campesinos y por nuestras abejas, ahí estaban las plantas que necesitamos para hacer nuestras casas, los guanos, las palmeras que cortamos para nuestras viviendas. Eso ya no está. Para los menonitas se trata de quitar todo lo que está y producir, para nosotros eso es perder parte de nuestra vida.

No se debe decidir sobre los territorios que tienen dueños

El megaproyecto del Tren Maya se suma al despojo del territorio de los pueblos mayas. No se debe decidir sobre los territorios que tienen dueños. Somos los que los hemos cuidado por muchos años. El tema de los megaproyectos, incluyendo el tren, fortalece la violación a los derechos de los pueblos indígenas, sobre todo a la libre determinación.

Para hacer un proyecto primero se tiene que platicar con la gente, con nosotros. Si viene un proyecto del tamaño del tren, al final no sólo va a desaparecer toda esta biodiversidad, sino también a nosotros. Se acabará con toda la identidad cultural de un pueblo sabio, vivo, que tiene conocimiento. Todas las leyes, todo lo que se está decidiendo no es para nosotros y se está decidiendo sin nosotros.

La consulta, como se está haciendo, no sirve

La consulta no resuelve nuestros problemas, es una herramienta que nos dieron y nos dicen que con ella se van a resolver los problemas que tienen los pueblos originarios, pero no. La consulta, si se llegara a aplicar como la marcan los estándares internacionales, sí podría funcionar, pero como se está haciendo, no sirve. Al contrario, genera mucho conflicto, introduce más división, coopta a la gente.

No es válido, no se vale. Antes de meter los megaproyectos se tiene que hablar con la gente. Tendrían que preguntarnos tal vez qué es vivir para mí, qué es vivir bien. Si me lo preguntaran, yo diría que no me estén fumigando, que no me estén tirando mis bosques, que se conserve, que ya no se siga deforestando.

Leydy Aracely Pech Martín
Colectivo de Comunidades Mayas de Hopelchén
Ich-Ek, Hopelchén, Campeche

Hace unos meses se tomaron una muestras de orín y salieron con glifosato

Siempre voy a jornalear a donde está el chile en Ich-Ek. Llegamos temprano, desayunamos y empezamos a chambear. Somos gente de campo y hay que tomar pozol. La máquina rocía los campos y el líquido lo tira el aire. Se gana entre 150 y 200 pesos al día.

A las tres de la tarde nos llevan la comida, y para entonces a veces ya roció la máquina y está fuerte el polvo. Cada quien busca dónde comer, somos todos de distintas comunidades. Te sientas a comer y hay ratos que llega el aire y lleva el polvo y cae en la comida y en el refresco. Yo pienso que es malo porque todo el líquido que tira nos está afectando.

Hace unos meses se tomaron una muestras de orín y salieron con glifosato. Yo estuve incluido en esas muestras. Ahí utilizan no sé qué tantos líquidos, hacen una mezcla que ellos le dicen ensalada. Hacen un revuelto porque no saben ellos qué enfermedad tiene la planta y matan todo.

Nosotros somos campesinos y entendemos que hay bichitos que hacen falta. Esos bichitos también los acaban con el líquido, bichitos que se comen a los malos., pero se acaban los malos y los buenos. No somos estudiosos, pero pensamos que así es.

Esta ensalada es puro químico para matar plagas. No nos dicen qué tiene, sólo nos mandan a rociar con bombas de mochila y motobombas. No te dan para que te tapes la boca ni para que te tapes los ojos, cada quien pone un pañuelo que lleva, y si no, así sale uno. Y si el viento viene, ni modo.

No nos pagan nada si nos enfermamos. Ahora con el señor que fuimos a sembrar 14 hectáreas de chile no dio nada. Hace más de un mes que no voy, porque ya sentía el líquido, era una peste y se siente feo.

También ahí ya mataron mucha abeja. La apicultura ahorita está sufriendo. Encontramos en el suelo a las abejas muertas. No sabemos qué clase de enfermedad es, pero sí es debido a todo este químico que están tirando.

Jornalero y fumigador 1
Ich-Ek, Holpechén, Campeche

En las elecciones nosotros votamos por el señor, pero para mí ya está mal

Lo del Tren Maya está complicado. Cuánto monte se va a tirar, qué será de los animales que viven allá. De los cientos de kilómetros que van a hacer para el camino del Tren Maya, cuántas cuadras irán a pasar allá.

Dicen que va traer más inversión, más trabajo, más dinero, pero también va a haber afectación. Para mí no debería de ser.

En las elecciones nosotros votamos por el señor, pero para mí que ya está mal. Es una cosa que no se debe hacer.

Jornalero y fumigador 2
Ich-Ek, Holpechén, Campeche

No tenemos otra salida ni otro trabajo, qué más nos queda que fumigar, aunque nos enferme

Hago limpieza o fumigación con bombas de mochila. Llevamos ropa de manga larga, pantalón, botas, nos ponemos lentes y nos ponemos tapabocas. Nos contratan para los campos de chile o papaya y lo hacemos. Trabajamos de siete a cinco. Nos pagan 250 pesos al día. Como vivimos en un pueblo, nos alcanza aunque sea para la comida. No da para todo, porque no es mucho, pero hay que hacerlo porque no hay en otro lado.

Si nos enfermamos no nos pagan. La otra vez me lastimé un ojo rociando, me quemó el líquido porque no llevé lentes ese día. No pude trabajar dos días y no me los pagaron, ni el doctor, nada.

No tenemos otra salida, otro trabajo, qué más nos queda que fumigar, aunque nos enferme. A veces trabajamos tres meses, dos meses y se suspende. Nos vuelven a avisar y otro mes o dos y otra vez se suspende. A veces trabajamos tres días a la semana, y los otros cuatro días tenemos que limpiar la milpa, cuidar un poquito de la abeja que tenemos, porque tampoco es mucho.

Voté por López Obrador, pero siento que hay cosas malas que está haciendo. Beneficio para mí no he visto nada. No hubo gran cosa, hasta ahorita no he visto nada, no sé si después haya algo, pero lo dudo. La verdad me arrepiento. Lo justo es lo justo, no porque uno es pobre lo van a hacer menos.

Jornalero y fumigador 3
Ich-Ek, Holpechén, Campeche

Las abejas y el tren maya

La situación de la miel actualmente es muy difícil por que bajaron los precios. El año pasado estaba en 50 pesos el kilo de miel, y ahora está en 35, debido a que hay mucha miel falsa en el mercado. Los chinos y otros países están produciendo jarabes con el sabor de la miel. El 60 por ciento de la miel que se consume ahorita en Europa es adulterada, no es miel, y eso hace que los precios caigan drásticamente. Un barril de una tonelada está en 600 dólares en Europa, en cambio aquí estaba en 3 mil dólares y bajó a mil 200 por esa competencia desleal.

En la producción local estamos también abajo, por una temporada muy fuerte de sequía que no permite tanta floración y eso disminuye hasta en un 70 por ciento la producción. La sequía se debe al cambio climático, que en los últimos años ha sido drástico. En años anteriores llovía mucho, ahora ya casi no llueve. Hasta los animales están sufriendo la escasez del agua. Los apicultores tienen que lidiar con el precio de la miel y, al no haber lluvias, enfrentan también el problema de que no hay suficiente producción. Y ahora se nos viene otra amenaza: el Tren Maya

El Tren Maya trae consigo la famosa red 5G, 15 kilómetros de un lado y del otro de la vía. Habrá una cobertura amplia de las telecomunicaciones. La red 5G en los lugares en los que se ha implantado mata los insectos y las aves, y a nosotros los apicultores nos afectaría con las abejas. Por eso, entre otras cosas, nosotros decimos que no venga el Tren Maya.

Nosotros estamos realmente espantados, los que tenemos un poco de más conciencia del daño y del ecocidio que trae consigo ese megaproyecto.

Ya empezaron a comprar la tierra muy barata

Desde el anuncio del tren arrancó la especulación. No ha habido una clara información de todo lo que se está haciendo, pero los inversionistas ya están especulando que esto será un polo fuerte de turismo, un desarrollo grande, y ya están adquiriendo tierras.

Los que están especulando son gente que viene de Acapulco, de Sinaloa, de la Riviera Maya, algunos mexicanos y otros son empresarios extranjeros que ya invirtieron en esos estados. Su interés es acaparar tierras cerca de donde va a pasar la vía o cerca de la zona que se especula que será de mayor desarrollo turístico. Esto daña la convivencia del pueblo y lo está dividiendo. Nosotros no lo vemos bien, pues aquí hay una tranquilidad, pero si se desarrollan todos esos proyectos realmente se va a acabar la paz.

Ya empezaron a comprar la tierra muy barata. El derecho de un ejidatario es de 200 hectáreas y las están pagando a un millón de pesos, prácticamente están vendiendo el metro de tierra a 50 centavos. Hay personas que no tienen la conciencia o que piensan que es mucho dinero, pero en realidad les están dando un dulce por lo que tienen.

Este es el inicio apenas. Siguen viniendo personas preguntando y queriendo adquirir la tierra de aquí.

El hecho de que vengan de Sinaloa o Guerrero nos da una impresión no grata. Ya hay personas que llegaron a la comunidad y no tienen negocio ni trabajo. Para vivir aquí sin trabajo y sin negocio hay que tener suficientes recursos, y ves personas que cambian de carro de la noche a la mañana. Traen una camioneta y al otro día traen otra nueva. Te preguntas en qué trabajan o a qué se dedican. Esas personas nos dan desconfianza.

Decidí dejar de ser esclavo y dedicarme a trabajar en la apicultura

Empecé trabajando como bodeguero en el Hotel Puerta Calakmul y después fui auxiliar del administrador, hasta que quedé como recepcionista y un tiempo también administré ese hotel. Mi experiencia es que solamente somos trabajadores, esclavos. Todos los recursos son del empresario, y ese es el desarrollo que supuestamente el gobierno federal quiere traer.

Nosotros sólo estamos contemplados como el albañil, el mesero, el ayudante de albañil, camarista. Decidí dejar de ser esclavo y dedicarme a trabajar en la apicultura. La apicultura ayuda a conservar los bosques, a cuidar a los animales y al mismo tiempo nos da los recursos económicos que necesitamos.

El tren crea división en el pueblo y lo que viene no es bueno

El proyecto Tren Maya está ocasionando división en las comunidades. Hay gente que dice que van a venir más turistas y que van a poder venderles artesanías, y hay otros que tienen conciencia y dicen que no está hecho para nosotros, que realmente no va a venir un desarrollo para nosotros. Está creando una división en el pueblo y lo que viene no es bueno.

Del tren dicen que va por que va, lo necesitemos o no. “Me canso ganso que va”, eso es lo que dicen, pero no están tomando en cuenta el daño que se le está haciendo a la Península de Yucatán, que para ellos es como un diamante en bruto que quieren pulir a su manera. Así como está ya tiene un valor incalculable, ellos dicen que las tierras están en desuso, pero están equivocados, están produciendo alimento para los animales, están produciendo vida, están produciendo oxígeno.

Un hotel y un museo sin permiso dentro de Calakmul

Hay una construcción dentro del área de la reserva de Calakmul, en la zona arqueológica, que es un hotel y restaurante, pero como ha habido presión de las comunidades no han podido ponerlo a funcionar. El gobierno del estado y Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo), que son los que están impulsando esto, lo pararon porque hubo presiones. Nosotros dijimos que no es posible que dentro de una reserva se talen los árboles y se haga un complejo. En el kilómetro 40 hay otras construcciones que también iban a ser un hotel y por la presión de los ejidatarios lo dejaron como estación para estudios de la naturaleza.

En el kilómetro 20, donde está el museo, también se iba a hacer un hotel grande, pero como ese terreno es del ejido de Conhuas dijimos que no daríamos la autorización, y no firmamos. En el kilómetro 7 de la carretera Conhuas-Calakmul también querían hacer otro complejo turístico, pero es terreno del ejido y dijimos que no se iba a construir nada. Todo esto se ha dado sin el tren, pero ahora hay que pensar qué será si lo llegan a construir.

Derribaron árboles de más de 200 y 300 años para hacer una pista de aterrizaje, y ahí ni el CONAM (Consejo Nacional del Ambiente) ni Semarnat ni la Secretaría de Ecología dijeron algo, porque es el gobierno el que lo está haciendo.

El terreno donde está el museo era un campamento de vigilancia del ejido de Conhuas. Había mucha cacería autorizada por el gobierno del estado y se metían a la selva, aunque era de nosotros y de otros ejidos. Grupos de cacería muy establecidos con todo su equipo entraban y cazaban indiscriminadamente toda especie animal que encontraban, se llevaban hasta las víboras. El pueblo dijo que no era posible que vinieran a mandar en nuestra casa y se puso esa caseta de vigilancia.

Cuando el gobierno del estado vio que ya no podía mandar a los cazadores ahí, supuestamente pensaron en ayudar a cuidar la selva. En ese tiempo se declaró la reserva, pero como es nuestro terreno y nosotros ahí mandamos, teníamos una construcción. Lo que hicieron ellos fue decir que nos pondrían vigilantes, pero que necesitaban que nosotros les firmáramos una autorización por 20 años para que pudieran estar ahí y no entraran los cazadores.

Con esa autorización ellos hicieron el museo y han hecho todo, porque el pueblo les dio en comodato esa área por 20 años. Ahora ya se venció, pero dicen que esa área es de ellos porque está dentro de la reserva, y como es la CONAM, no puedes hacerle nada.

La piedra labrada que utilizaron para el museo pertenece a unas estructuras mayas que hay en la selva. De la misma estructura arqueológica trajeron la piedra para colocarla, sin piedad. Ahí donde está el museo, había árboles grandes de chicozapote, guayacán, pero derribaron como dos hectáreas de selva para hacer el área del museo y las casetas de vigilancia.

Le hemos perdido el miedo al gobierno, hemos agarrado valor y hemos denunciado todos esos actos. Aunque eso nos trae consecuencias, porque a la población, como se defiende, la tienen por población rebelde.

Yo sí voté por López Obrador, no lo niego

Yo sí voté por López Obrador, no lo niego. Voté por él porque me convenció su discurso de que iba a proteger los recursos de nuestro país. Me gustaba mucho ese discurso de que los gobiernos del PRI y el PAN habían entregado petróleo y muchas cosas a los extranjeros y él no lo haría. Yo dije que una persona que defiende a su territorio y a su pueblo es mejor que esté como presidente de la República, pero últimamente no me gustan las imposiciones que está haciendo. Dijo que el Tren Maya va porque va, sin tomar en cuenta a nadie. Si va a ser más de lo mismo, entonces nos equivocamos.

Hay una forma que están utilizando mañosamente, que es la famosa consulta. Hicieron una consulta para ver si se aprobaba el Tren Maya, pero la hicieron en Escárcega, en Campeche, en otras ciudades, pero no en las comunidades, porque saben que en las comunidades se oponen al Tren Maya. Una ciudad como Escárcega piensa que va a venir más turismo y dicen que sí quieren el tren, Campeche igual. Pero nosotros decimos no al Tren Maya.

Se hacen consultas amañadas, solamente en lugares donde saben que la gente va a decir que sí.

Pura selva la ruta del tren, aunque digan que no

En este lugar está el trazo sobre el que va a pasar el Tren Maya y donde se pretende hacer la ciudad de apoyo. Aquí hay pura selva, el hábitat de los animales, es también área de producción de miel. Este proyecto del tren nos tiene espantados porque devastarían esta área natural protegida, aunque digan que no.

No hay una información clara, se dice que se construirán ciudades de apoyo para el Tren Maya, porque el costo de la construcción no se paga solo, y las comunidades no tienen afluencia monetaria capaz de pagar la construcción del tren. Para poder pagar tienen que traer inversionistas, a quienes les están licitando ya estas tierras para que inviertan y se pueda costear el proyecto

Esta ciudad no será para la gente de los pueblos, sino que se está pensando hacer un desarrollo estilo europeo con hoteles, restaurantes, agencias de viajes para gente económicamente bien posicionada, pero nada para la gente de la región. Te dicen que vas a ser socio a través del programa FIBRA, pero no está nada claro.

Aquí hay vegetación de selva baja, son árboles que tienen 500 años o más. Hay ramonal, mucha fauna como el jaguar, venado cola blanca, tejón, tapir, que en este tiempo están padeciendo la sequía, porque no hay agua en el área. Los animales se están muriendo de sed. Es una selva no tan alta, pero es perfecta para que los animales sobrevivan por su flora y sus frutos.

El árbol de ahí tiene unos 70 o más centímetros de diámetro y se llama chicozapote, al de allá se le llama jubillo, al otro naranjillo, ese de ahí, muy emblemático de la península, se llama ramón. Son estas 5 mil hectáreas las que piensan derribar para hacer un complejo estilo europeo. Si estamos en un área de la reserva, ¿cómo van a derribar esto? Es algo incongruente. Esta zona es un terreno que era la ampliación forestal del ejido de Hopelchén, pero se vendió al gobierno del estado y es él quien pretende hacer el desarrollo, porque ya es el dueño.

“Fibra”, un plan de negocios para los ricos

Aquí es la entrada de la reserva de la Biósfera de Calakmul, en el poblado de Conhuas, sobre el área en la que se pretende hacer la estación del Tren Maya, a través del Fideicomiso Nacional de Fomento al Turismo (Fibra).

Este terreno fue utilizado para la agricultura hace 30 años. Ya se regeneró parte de lo que es la selva, pero aquí se pretende hacer el complejo. Mide 60 hectáreas y se quiere hacer, en un plan de negocios con el ejido, un hotel, un restaurante, un desarrollo de orquidearios y de avistamientos de aves y senderos.

Un espacio de dos o tres hectáreas es lo que quieren más o menos para la estación y que alrededor haya una ciudad de 5 mil hectáreas para 70 mil personas que no serían de la comunidad. Se tiene pensado que el pueblo que vive aquí, las comunidades que están en el área del Tren Maya, sea la mano de obra de la ciudad que van a construir, porque no son para la población, sino para personas que van a traer en apoyo al tren, para que sea redituable la cantidad que van a invertir.

Está planeada un área para los pueblos aledaños que no tengan los recursos y una ciudad para los que sí tienen recursos. Para el turismo extranjero quieren hacer las megaciudades y para la población una ciudad de pobres alrededor de la estación. En resumen: en esta área aledaña a la estación van a vivir los pobres que van a estar atendiendo a los ricos; y en la ciudad que pretenden construir van a vivir ellos, los ricos.

De esta parte del monte se extrajo toda la madera para hacer las vías del ferrocarril hace aproximadamente 40 años. En la misma época se extraía la resina del chicozapote para hacer el chicle natural que hoy todavía se vende.

Hay huellas de los árboles, todavía están las puntas y ramas, las marcas de donde se les extrajo la resina. Es un área que se está regenerando, ya no se le está extrayendo la madera. Está en conservación desde hace 40 años. Ahora se aprovecha para extraer la miel. Las flores de los árboles producen miel y nosotros colocamos las colmenas, y se aprovecha en beneficio de la selva.

La importancia de las abejas no sólo es para la selva, sino también para los humanos. El 90 por ciento de todo lo que consume el ser humano es polinizado por las abejas. Si no hay abejas, los humanos corremos peligro. Esta área de la reserva de la Biósfera de Calakmul es uno de los lugares para cuidar a la abeja con un potencial enorme de crecimiento. Es un área en la que vamos a seguir desarrollando la apicultura.

Y por eso decimos que la abeja y el Tren Maya no se llevan.

Vale la pena luchar

Estamos organizándonos a través de alianzas a nivel peninsular. Tenemos el mismo problema. No queremos en esta zona el otro Cancún y por eso nos estamos organizados.

Tenemos nuestra Alianza Maya por las Abejas de Yucatán, que está en contra del Tren Maya; tenemos otro grupo apoyado por gente académica de la UNAM, Greenpeace y muchas organizaciones. La lucha sigue. Esto apenas empieza. Estamos conscientes de que nos va a llevar tiempo y que desaparezcan a algunos de nosotros, pero creo que vale la pena luchar por conservar algo tan valioso que tenemos aquí.

Anastacio Oliveros López
Alianza Maya por la Abejas de Yucatán
Presidente de la Unión de Sociedades Apícolas Ecológicas de Calakmul (USAEC)
Conhuas, municipio de Calakmul, Campeche

Las Florecitas de Xcanan

Somos diez mujeres en una sociedad microindustrial y nos llamamos Las Florecitas de Xcanan. Nos dedicamos a la elaboración y producción de productos de belleza, de higiene personal y medicinales. Todo lleva sábila y miel. Además de producir tenemos un día de medicina tradicional, donde ofrecemos un recorrido, un masaje con sábanas, una ceremonia de permiso a la naturaleza, productos locales y promovemos la economía familiar, el respeto al medio ambiente y el buen uso de los recursos.

Usamos de manera respetuosa las plantas medicinales, pues son una de nuestras mejores armas y herramientas de transformación, y también las cultivamos en nuestros patios. Usamos las necesarias, no en exceso.

Nosotras como mujeres nos dedicamos al manejo de recursos naturales, ocupándolos de una manera respetuosa y sustentable, que no nos los acabemos, sino que haya para nuestros hijos y nietos. Adoptamos la apicultura, la agroforestería y agricultura de sustento para la familia, pero luego vienen programas que van cambiando.

Sembrando Vida: “eso no es sembrar vida, eso es destruir vida”

La manera consciente de trabajar de mis compañeros campesinos es miel y milpa. La miel es la que da un poquito más de dinero, pero no alcanza. Viene la tentación de Sembrando Vida, del que te dicen que te van a pagar 4 mil 500 mensuales y vas a sembrar dos hectáreas y media que hay que comprobar que las tienes, y para comprobarlo las tienes que tumbar, que quemar. En nuestra comunidad no se quemaban más de diez hectáreas por un año, pero hoy se van a quemar 75.

Para las personas que amamos nuestro ambiente, nuestro entorno, y que estamos muy seguros y satisfechos con la actividad, es un ecocidio dar un programa jugando con la necesidad del campesino. Eso no es sembrar vida, eso es destruir vida. Van a tirar dos hectáreas y media de un acahual que aunque sea de medio pelo está produciendo miel, oxígeno, sombra, aire. Lo van a tumbar para sembrar árboles que van a empezar a dar en cuatro, cinco o seis años. Y eso quién sabe.

Le llamaron Tren Maya, pero ¿quién les prestó lo maya?

El Tren Maya es de los programas que tientan la necesidad del campesino. Dicen que en Calakmul están los ojos del mundo, porque gracias a quien dio la idea de proteger esta área natural verde se creó la reserva de la biósfera. Luego nos enseñaron a amarla y respetarla, a convivir con ella, no de ella. Y luego vienen programas que dicen que van a desarrollar Calakmul.

Yo ofrezco un proyecto ecoturístico, y como lo ofrezco quiero que me vengan a conocer. No voy a venderle mi ecoturismo a alguien que quiera conocer una playa, basura, un campo de golf, una carne tampiqueña servida en su plato. Calakmul está en los ojos del mundo y dicen que quieren desarrollar, pero al desarrollar Calakmul vienen varias propuestas, dentro de las cuales está Sembrando Vida y el turismo de alto impacto.

Eso nos asusta porque van a crear más necesidades. No tenemos agua, y tener turismo significa dar agua. Queremos un turismo que sea adaptable a las necesidades y condiciones que tenemos. Pero ahora dicen que uno de esos proyectos que va a despuntar el desarrollo económico y las grandes bolsas de dinero en la península es el mentado Tren Maya.

El Tren Maya, si lo vemos por el lado amable, es un vehículo más, como si fuera un autobús, una motocicleta, pero trae pros y contras. Nos lo están ofreciendo en tres modalidades: de pasajeros, carga y turismo. A lo mejor podemos decir que no afecta, pero sí, porque va a atravesar nuestra área natural protegida, los usos y costumbres y la paz de la región, va a ahuyentar a los animales, va a traer grandes cantidades de gente que no estamos acostumbrados a atender, va a cambiar la mentalidad y la cultura.

Le llamaron Tren Maya, pero ¿quién les prestó lo maya? Puede ser el tren rápido, el tren ligero, el tren chulo, el tren pinto, ¿por qué el Tren Maya?, ¿por qué juegan con nuestra identidad? Los mayas son únicos, son sagrados, seres muy inteligentes y muy valiosos como para ponerle a un canijo tren “maya”. Les conviene.

Nos asusta. Aparte de que traiga economía y desarrollo, va a traer mucha destrucción. Dentro del Tren Maya viene el Sembrando Vida y los otros programas del gobierno. ¿Para qué? Pudo haber sido otro programa: enriquecimiento de acahual, impulsar el ecoturismo natural, agroforestería, desarrollo artesanal, usos y costumbres, ¿pero este monstruo?

Otras personas podrían decir que excelente. Quizá yo podría ir a Chiapas y me saldría más barato, pero el viaje que yo haga en el tren me va a costar matar la vida y la paz de mi territorio y las costumbres de mi pueblo. Ya estudié, porque antes también creía que qué bueno un tren, pero ya vi todo el proyecto y también contempla construir una ciudad turística que no va a ser de los pobladores de las regiones, sino de gente de mucho dinero.

Si la gente estuviera bien informada, no estaría aceptando el proyecto

Dice el gobierno que la gente ya aceptó el tren y que bienvenido. Ya vi la imagen con la casota artesanal, el banco, el súper y el maya de la canastita pidiendo limosna. Eso es jugar con nuestros valores como seres humanos. No necesitamos pedir limosna, somos riquísimos.

¿Tú crees que yo voy a dejar mi casa en el campo, con mi solar de 50 por 50 metros y su aire puro, para estar encerrada en un lugar de cuatro paredes que no es mi mundo? No lo vamos a hacer, no estamos de acuerdo.

El gobierno ni siquiera nos conoce realmente, habla de lo que le conviene, y aquí te ponen entre la espada y la pared. Si yo hablo mal ahorita, no me invitan a dos o tres eventos, me castigan, me vetan, pero no me pueden prohibir lo que yo pienso y lo que siento.

Si la gente estuviera bien informada, no estaría aceptando el proyecto. La mayoría de la gente estaría en contra, y también de los programas. Con el dolor de su corazón están entrando los campesinos porque hay 4 mil 500 pesos en juego del programa Sembrando Vida, y no se los dan si no lo aprueban.

Queremos traer a los interesados en el proyecto, traer al Fonatur, al representante del Tren Maya, para que hablen con la gente y decirles todo lo que nosotros vemos en el transfondo. Yo ya les informé a diez mujeres y ellas diez ya les informaron a otras diez, y a todos los que me encuentro en el camino yo les hago una pregunta: ¿tienes Sembrando Vida? ¿Cómo lo ves? Hay muchos que me dicen con dolor que tienen que derribar las dos hectáreas y media para que les den dinero, y yo les informo cómo es en realidad todo el proyecto que viene, los pros y los contras.

Tiene que haber organización social. Ahorita, por lo pronto, estamos informando a las organizaciones que son nuestras aliadas.

María del Carmen Salgado Vázquez
Las Florecitas de Xcanan
Nueva Vida, Calakmul, Campeche

Somos un pueblo vivo, seguimos sintiendo la fuerza de cada piedra. Nosotros seguimos de pie

La ciudad sagrada de Calakmul es un lugar muy importante para los pueblos mayas, para los que hasta hoy llevamos este nombre y hablamos esta lengua. Somos un pueblo vivo, que todavía sembramos y caminamos. Tenemos el privilegio y gusto de caminar otra vez en los senderos de Calakmul, un lugar en donde nuestros abuelos y antepasados seguramente hicieron historia. Estamos viendo no solamente un montón de piedras para ser estudiadas por los especialistas, sino también una historia de pueblos que construyeron civilización, conocimiento, que se formaron como pueblos inteligentes, con formas de vida y organización, que supieron hacer política desde la experiencia y desde los modos que pudieron como hombres, mujeres, niños y ancianos.

Estos senderos no los caminamos únicamente como memoria, los caminamos también como el presente, como las formas del mirar el día de hoy, del maya actual que tiene hoy complicaciones que no vienen de la naturaleza, sino de otros intereses que nos quieren impedir caminar en estos lugares que históricamente son nuestros y que todavía siguen siendo nuestros.

Somos los hijos y nietos de los mayas que vivieron aquí, que construyeron aquí y que caminaron aquí. Seguimos sintiendo la fuerza de cada piedra, de cada uno de los estucos y sobre todo de las estelas que están de pie, así como nosotros seguimos de pie. Esto nos permite saber que los edificios, las construcciones que les llaman zonas arqueológicas, para nosotros son centros ceremoniales, son casas donde nuestros abuelos quisieron dejarnos la educación, el conocimiento y los saberes.

Lamentablemente el día de hoy tenemos malas noticias con la llegada de grandes proyectos, entre ellos el llamado Tren Maya. Seguramente es un proyecto que va a generar mucho dinero a quienes lo están proyectando. Para nosotros es un algo extraño, algo que no nace del corazón de ninguna comunidad, de ningún pueblo maya y que nos comienza a dar miedo por el tamaño y lo desconocido, por el dinero que va a correr o que va a traer en cada uno de sus vagones para quienes lo están planeando.

Nosotros queremos seguir viviendo en la seguridad y en la tranquilidad, junto con el venado que hemos visto, junto con los pavos y los animales que siguen conviviendo con nosotros. Hemos visto un pavo que quizá es el uay de Jacinto Canek, que, lejos de amedrentarse, ha venido a mirarnos, ha levantado la cabeza y ha expuesto sus pies contra nosotros, tal vez confundiéndonos con los enemigos, pero que quizá tiene mucha razón, porque la mayoría de los que llegan aquí son los enemigos o los aliados de los enemigos.

Hoy queremos unirnos al espíritu de este kuuts, del pavo, para decirle no al Tren Maya, a estos intereses que nos vienen a ofrecer espejitos, unos arbolitos que no tienen que ver con nuestra región. No queremos cambiar el chakté, la guaya, de donde se alimenta el tepezcuintle. No queremos cambiar este árbol sagrado del chicle. Queremos conservarlos, están aquí, no tenemos por qué cortarlos y sembrar otros, y menos hacer que el tren pase por encima de ellos.

Nuestra palabra, nuestro sentimiento y nuestro pensamiento son cosas que se tienen que seguir cultivando. No estamos pensando en hacer museos para exhibir al maya muerto. Nosotros queremos que nos miren, nos conozcan, nos respeten, es lo que exigimos el día de hoy. No queremos que nos traigan proyectos que no han sido del interés ni de la iniciativa de nuestros pueblos.

Estas piedras no nos van a perdonar la rendición, nos exigen hablar en voz alta y decir que nuestro corazón todavía está sintiendo y nos pide estar vivos y garantizar la vida de nuestros hijos, de nuestros árboles y de nuestros animales. Esperamos que esta voz viva de los pueblos mayas no se atrape para ponerla en los museos y sea comercializada.

Lo único que queremos es que respeten nuestro corazón y la decisión que tenemos de cuidar estos espacios como cultura maya.

Pedro Uc
Poeta y defensor del territorio maya
Sitio arqueológico de Calakmul, Campeche